ROBERTO BOLAÑO
LOS DETECTIVES SALVAJES
Arturo Belano Baki Dániel
Ulises Lima Porogi Ádám
Quim Font / Matador Gáspár Sándor
María Font / Archivista / Profesora / Edith Sodró Eliza
Juan García MaderoSipos László Márk e.h.
Lupe / Claudia Mészáros Blanka
Álamo / PRIMER POLICÍA / Miseria / Amigo Pál András
Científico / Norman / Segundo Policía / Crítico Rusznák András

Traductor de la novella de Bolaño al húngaro: Gábor KERTES
Dramaturgia: Júlia SÁNDOR
Escenografía:  Diseño: Zita SCHNÁBEL
Música: Péter MÁRTON (Prell)
Ayudante: Anna VÉCSEI
Director de escenografía: József KÓNYA
Apuntadora: Erzsébet FARKAS
Asistente de dirección: Monika HATVANI, Ágnes LÉVAI

Director, dramaturgo: Kristóf KELEMEN

Agradecimientos especiales para Botond DARVAY, Bernadett RANGITS y Anna SIFLIS

 

“La obra es la traducción del sentimiento general y los deseos de mi generación. Experimentar el comportamiento autónomo de los personajes de la novela y su constante rechazo a todos los sistemas de requisitos, fue terapéutico para mí. Que ellos, como artistas, no están motivados por un afán de riqueza, visibilidad y éxito, sino por una profunda convicción interior. Ya somos hijos del capitalismo y nos resulta muy difícil escapar de las continuas presiones de la producción y el crecimiento, mientras que, como artistas, luchamos por una libertad interior. Con Los detectives salvajes, buscamos experimentar con la creación en el escenario, donde todas las reglas y convenciones preestablecidas pueden ser cuestionadas, creando, por así decirlo, una utopía en miniatura, tal como lo hacen los personajes de la novela. Nuestra intención es invitar al público a ser parte de la aventura teatral. La obra funciona de manera tan errática e impredecible como la novela de Bolaño”. (Kristóf Kelemen, director del espectáculo)

Somos jóvenes y solo nos importa el futuro. Ya no nos importa la desertificación, los desastres naturales, las pandemias, los regímenes políticos opresivos, las crisis económicas mundiales, las instituciones culturales destruidas: ¡queremos encontrar nuestra propia realidad! Nos hemos estado aburriendo de las imágenes de caos y destrucción durante demasiado tiempo, ¡así que sigamos adelante! Si ya no tenemos mitos, crearemos nuestra propia mitología, y volveremos al pasado para afrontar el futuro, como los integrantes del movimiento poético Visceral Realista en la Ciudad de México de los años 70.

“La voz literaria latinoamericana más significativa de su generación”, dice el New York Times sobre Roberto Bolaño, quien publicó en 1998 su novela de 600 páginas Los detectives salvajes, que catapultó al poeta vagabundo en un autor de fama mundial en poco tiempo. La historia, que mezcla elementos biográficos con un mundo de fantasía desenfrenada, permite vislumbrar la vida de un movimiento poético clandestino que, a través de la deriva del amor y la poesía, las fiestas y los manifiestos, las aventuras sexuales y las reformas literarias, se sumerge en la perpetuación del crimen durante varias décadas. La historia sigue a los dos jóvenes fundadores del movimiento revolucionario Visceral Realista, quienes, junto con un adolescente y una prostituta fugitiva, huyen al desierto de Sonora para buscar a su gran predecesora espiritual, la poetisa revolucionaria, que había desaparecido misteriosamente en el desierto. Los protagonistas están buscando la redención mientras deambulan en un paisaje de violencia y decadencia, en el que deben enfrentarse a sí mismos y a sus límites para lograr llegar al final de su camino. Según Bolaño, Los detectives salvajes es una carta de amor a su generación.

El Laboratorio Radnóti Tesla es la segunda sede recientemente inaugurada del Teatro Radnóti, con el objetivo de producir obras teatrales innovadoras. Reflejo de ese esfuerzo es la actuación Los detectives salvajes. Junto al equipo de Radnóti, Kristóf Kelemen ha basado esta nueva aventura teatral en la monumental novela de Bolaño y su manifiesto contemporáneo, que permite dar pie al análisis de su generación, la atmósfera apocalíptica y la apasionada voluntad de vivir la vida al máximo, en el entretenimiento y la escenas dramáticas, con personajes disparatados, de forma lúdicamente experimental. La producción se enriquece aún más con algunos sketches grabados por el director, en los que se hace referencia a actuaciones famosas y características de la época capturadas en la novela, como las de Marina Abramović y Francis Alÿs. Entre ellos se encuentra el boceto en el que el director artístico del Teatro Radnóti, Adél Kováts, empuja un bloque de hielo a través de Budapest en el calor del verano, resonando perfectamente con el actual estado de las cosas, y reflejando el aparentemente vano pero también apasionado deseo de crear en la era de las crisis globales.

Lugar: RADNÓTI TESLA LABOR | Kazinczy utca 21., II. emelet

Fin de la función: 21.15 (szünet nélkül)

Los subtítulos podrán verse desde los asientos numerados entre el 33 y 144.

ENTRADAS

Porogi Ádám
Baki Dániel, Mészáros Blanka, Porogi Ádám 

Sodró Eliza és Baki Dániel
Gáspár Sándor és Sodró Eliza
 
Rusznák András és Baki Dániel

Fotók: Dömölky Dániel, a fotók jogdíjasak

 

plakát: Hecker Péter

“Como era de esperar, Los detectives salvajes en la dirección de Kristóf Kelemen se ha convertido en mucho más que una mera adaptación teatral de la novela de Robert Bolaño. Es una crítica matizada a los hacedores de teatro, pero también a los espectadores y a nuestra época en general”.Márton Hajnal, Dunszt

“Ningún precio es demasiado alto para la libertad sin concesiones”, sugieren las escenas. Ha nacido una actuación memorable en el Laboratorio Radnóti Tesla, porque el tejido de la trama en el escenario y las anécdotas contadas se van armonizando entre sí”. Szabolcs Székeres, Art7

“Los detectives salvajes en el Laboratorio Radnóti Tesla, dirigida por Kristóf Kelemen, nos invita a un viaje denso e intenso. La actuación se siente como un juego de voleibol que se juega con varias pelotas simultáneamente”. Eszter Feke, Kortárs Online

“Lo entendemos muy bien, que Los detectives salvajes de Radnóti trata tanto de la Hungría de hoy como del México de los años 70, cuando la autocracia política y una vida cultural atrofiada nos mantenian cautivos y hoy,  junto con la sombra amenazadora de las catástrofes naturales, nos hace muy difícil creer en ideales elevados”. Bence Kránicz, 24.hu

“Que no sea el letargo pesimista lo que se queda con los espectadores se debe al estilo irónico ya menudo casi grotesco de la actuación, y la forma en que los actores logran llevarlo a cabo. Es divertido verlos. Y tienes la sensación de que disfrutan jugando es decir, que hay un sentimiento de comunidad creativa y la creencia de que vale la pena hacer todo esto. Así que no nos enterremos a nosotros mismos ni al arte mientras tales actuaciones se creen sobre la falta de sentido.”“Quedémonos en la superficie, por un rato”. Lilla Turbuly, Kútszéli Stílus

“La actuación sarcástica pero compasiva, dirigida por Kristóf Kelemen, no transmite la depresión que sigue al Big Bang, sino la inevitabilidad de tal estado y con eso viene una sensación de reconciliación casualmente elegante, desechable pero de ninguna manera pasiva”. Enikő Gergics, Élet és Irodalom